En un contexto económico desafiante, el empresario Gastón González, titular de las reconocidas panaderías La Paz, dialogó con el periodista Jorge Gómez durante su programa radial Voces de la Ciudad, a través de FM FREE 90.3, perteneciente al multimedios NQ, analizando la realidad del sector y su apuesta por el futuro con la reciente inauguración de un moderno local en la avenida 42. Sin embargo, más allá de la inversión y la visión optimista, González reveló un dato alarmante sobre la caída del consumo.
Consultado sobre si la merma en las ventas era una percepción o una realidad, su respuesta fue contundente: “En comparación al año pasado, las ventas cayeron a la mitad”. Esta impactante cifra refleja una marcada disminución en la cantidad de clientes que se acercan a sus siete bocas de expendio en la ciudad.
Esta realidad local se alinea con un panorama nacional donde, según trascendidos, numerosas panaderías están bajando sus persianas ante la imposibilidad de hacer frente a los crecientes costos operativos. Si bien González consideró que la cifra de mil cierres podría ser exagerada, admitió que “ha pasado, sí, que han cerrado muchas panaderías porque los costos fijos superan los ingresos. Podes aguantar uno, dos, tres meses y al cuarto mes es insostenible”.

El empresario explicó que la caída en el consumo se debe a una economía “recesiva o selectiva” donde la gente prioriza sus gastos. “Mucha gente ha optado por decir, bueno, en vez de llevar mil pesos de pan, llevo 500, o sin pan también puedo comer”, ejemplificó, señalando que incluso un simple sándwich o una factura se han convertido en un lujo para muchos.
A pesar de este sombrío panorama, la apuesta de González por abrir un nuevo local demuestra una visión esperanzadora a futuro. “Hay que apostar. Yo creo que van a venir momentos buenos para todos. Así que hay que creer en la Argentina, hay que apostar y dar trabajo”, afirmó con convicción. Su estrategia incluye ofrecer un espacio atractivo y servicios adicionales para incentivar la visita de los clientes y adaptarse a las nuevas necesidades, como el café al paso para viajeros.
En cuanto al precio del pan, González indicó que el kilo ronda los 2400 pesos, sin embargo vislumbra un escenario donde una estabilización de la economía y una baja del dólar podrían permitir que ese precio sea aún más redituable sin necesidad de incrementos. “Si tenemos un dólar más bajo, no debería por qué subir el huevo, subir la crema, subir la leche, subir la manteca, los insumos obviamente también bajan. Entonces, bueno, ahí deberíamos nosotros bajar los precios o que el precio real del pan sea 2.400 y sea redituable”, analizó.
Finalmente, si bien reconoce una economía doméstica “muy restrictiva”, González mantiene una perspectiva relativamente optimista sobre la macroeconomía a largo plazo, esperando que una mejora en los indicadores se traduzca en un mayor poder adquisitivo para los ciudadanos y, por ende, en una recuperación del consumo en sectores esenciales como la panadería.