Guillermo Schuenemann, delegado municipal de Juan N. Fernández, visito los estudios de NEC Radio, 98.3 del multimedios NQ, y dialogó con Federico Cañadas y Nicolas Mario Tambascia, durante el programa “Esta Mañana”, donde compartió detalles sobre su gestión y la idiosincrasia de este pintoresco pueblo del interior bonaerense. Con seis años al frente de la delegación, Schuenemann destacó el crecimiento y la tranquilidad que aún se respiran en la localidad.
Su relación con el campo, a través de sus padres, y su propia experiencia en diversas labores rurales desde joven, le han brindado una perspectiva única para entender las necesidades de la comunidad. “De chico he sido carrero, he sido silero… he hecho de todo un poco”, comentó.
Un pueblo en constante crecimiento y la búsqueda de tranquilidad
Juan N. Fernández está experimentando un notable desarrollo, algo que el delegado subraya “Si ponemos la foto del primer día y la foto actual, yo creo que se ha avanzado en varios temas, como el entoscado de calles, la iluminación”, explicó. La expansión del ejido urbano es evidente, con la apertura de nuevas calles y la construcción de barrios en zonas que antes eran deshabitadas.
A pesar de este crecimiento, el pueblo conserva un rasgo distintivo que lo hace especialmente atractivo: su tranquilidad. “Hoy tenemos la suerte de que todavía mantenemos esa parte, la tranquilidad, de poder dejar la bicicleta en esquina o ese tipo de cosas”, enfatizó. Incluso compartió una anécdota reciente con arqueólogos que visitaron la localidad y se sorprendieron por la confianza de los vecinos, que aún pueden dejar sus pertenencias sin mayor preocupación. “Todavía sí, por suerte”, agregó, aunque reconoció que “siempre pasan cosas”, pero no al nivel de la delincuencia de otras zonas. La buena respuesta policial en momentos críticos ha contribuido a esta sensación de seguridad.

El arraigo, el camión y los desafíos del día a día
La vitalidad económica del campo es fundamental para el arraigo de los jóvenes en la localidad, un punto clave para Schuenemann. Si bien la tecnología ha reducido la mano de obra rural, “se abren otras posibilidades”, como el transporte de camiones. En Juan N. Fernández, “viven del camión casi 200 familias”, lo que genera un importante movimiento económico en el pueblo, beneficiando a comercios y repuesteros.
Sin embargo, la gestión diaria no está exenta de desafíos. “No es poco tiempo. Convivir con los vecinos, con la gente conocida, los reclamos. Soluciones que no dependen de vos”, describió. La labor es multifacética: “Ahí (en la delegación) somos todo junto, sos desarrollo social, sos legal, sos salud”, graficó.
En cuanto a la salud, el delegado mencionó la escasez de médicos, un problema común en los pueblos del interior. “Tenemos dos médicos, nos falta uno”, lamentó, y destacó la dificultad para que los profesionales de la salud, incluso los oriundos de Fernández, regresen a la localidad. Ante esta situación, se explora la “telemedicina” como una posible solución a corto plazo.
Otro punto crucial es la concientización sobre el cuidado del entorno. Schuenemann lamentó la falta de compromiso de algunos vecinos con la gestión de residuos y el arbolado público. “Tenemos un basural a cielo abierto, es increíble a la gente como le cuesta, llegan a la puerta del basural y tira la bolsa al lado…”, expresó.
Un delegado que camina el pueblo y fomenta la participación
A pesar de los desafíos, Guillermo Schuenemann se muestra siempre buscando soluciones y fomentando la participación vecinal. “Yo camino, ando todo el día en la calle, ando con los muchachos, hay que salir a juntar ramas, lo hacemos, somos una delegación de puertas abiertas”, afirmó.
La gestión del delegado también apoya iniciativas culturales y comunitarias. Recientemente, el centro cultural albergó los Juegos Bonaerenses de cultura, un evento que “fue muy lindo” y que motivó a los chicos en diversas disciplinas. Además, se están impulsando proyectos como la creación de una cancha en las vías del ferrocarril, facilitando las buenas ideas de los vecinos. “A las buenas ideas hay que acompañarlas y es la forma de que el vecino también se involucre. Todo lo que sea para sumar, para crecer o para hermosear el lugar, es bienvenido”, concluyó.












