Mónica Bouyssede, referente de la Red Argentina para el Desarme, manifestó su profunda preocupación tras la reciente decisión del Gobierno Nacional de eliminar las funciones y objetivos de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), organismo clave para el control de armas de fuego en el país.
Quien dialogó con el periodista Jorge Gómez, en el marco del programa Voces de la Ciudad que se emite a través de Estación FREE, 90.3 en FM, advirtió que es una suerte de desregulación de hecho del mercado de armas, y alertó sobre el impacto de esta medida en un contexto social ya convulsionado: “La ciudadanía a veces no tiene tiempo de prestar atención a estas cuestiones, pero esto nos ocasionará un daño en el corto y mediano plazo, y un daño con riesgo de vida para las personas”.
Según explicó, con la disolución de las funciones de la ANMaC se vuelve a un esquema similar al antiguo RENAR, “que se logró transformar en 2015 tras años de trabajo de nuestra Red y de otros actores, para dotar al país de una visión moderna y preventiva que desalentara la proliferación de armas”.

Bouyssede recordó que hoy en la sociedad civil circulan alrededor de 4 millones de armas de fuego. “Imaginemos el peligro que representa una normativa como esta en las condiciones sociales que estamos viviendo”, enfatizó, y sumó otro dato preocupante: “Ya hubo un decreto anterior que habilitó la compra de armas de alto calibre por parte de civiles, las mismas que se usan en las grandes masacres”.
Para graficar los riesgos, la representante de la Red y mamá de Alfredo Marcenac, evocó el caso de Martín Ríos, tristemente conocido como el ‘tirador de Belgrano’: “El padre fue quien estimuló a su hijo a usar armas. Imaginemos un escenario como el que ocurrió ese 6 de julio de 2006, que este domingo cumple 19 años, pero con un arma de repetición de alto calibre. La magnitud de la tragedia hubiera sido aún mayor”.
Bouyssede señaló que desde la Red Argentina para el Desarme están en contacto con legisladores nacionales para exigirles que ejerzan sus facultades para frenar la medida: “Quienes en 2015 aprobaron casi por unanimidad la nueva ley deben tomar conciencia de lo que está en juego. El Congreso tiene la posibilidad de frenar este decreto con mayoría en ambas cámaras”.
Asimismo, anticipó que se trabaja en el lanzamiento de un movimiento ciudadano por una Argentina sin armas: “La sociedad tiene que estar activa, manifestar su desacuerdo y exigir límites al gobierno. No tenemos ninguna pertenencia partidaria; nuestra única bandera es garantizar la seguridad de las personas con menos armas en circulación”.
Finalmente, Bouyssede criticó la contradicción de la política oficial: “Por un lado se anuncia una ley antimafias y por otro se facilita el acceso de grupos criminales al mercado de armas. Estamos viendo una condición social muy preocupante, donde se toman medidas sin evaluar el impacto real que pueden generar”.
Desde la Red llamaron a la sociedad a informarse, debatir y exigir políticas públicas que fortalezcan la seguridad y protejan la vida, desalentando la violencia como forma de relación y convivencia.