Con solo 22 años, el necochense Nicolás Améndola es un verdadero ejemplo de esfuerzo, constancia y superación. Integrante del equipo argentino de natación adaptada, el joven deportista acaba de ubicarse entre los cinco mejores del mundo en su especialidad, la mariposa, tras destacadas actuaciones en torneos internacionales en Turquía y Paraguay.
En diálogo con Multimedios NQ, Nicolás contó con orgullo su experiencia: “Me sentí muy feliz de representar a mi país y de poder ganar una final. Llegar entre los cinco mejores del mundo fue increíble, pero sé que tengo que seguir practicando y mejorando”.

Su entrenador, Marcos Aniceto, lo acompaña desde los inicios en el programa “Todos al Agua”, un espacio que promueve la inclusión y el desarrollo deportivo. “Marcos es un crack, un gran profesor y una excelente persona. Me ayuda mucho para competir mejor y para seguir creciendo”, destacó Nico.
Además de su vida deportiva, Nicolás tiene una rutina cargada de actividades. Trabaja como mozo en la cantina del taller protegido, donde comparte tareas con amigos. “Me gusta atender a la gente, llevar los platos, servir, decir buenos días. Trabajo dos días por semana y me hace muy feliz”, contó con una sonrisa.
También participa de actividades recreativas y solidarias junto a sus compañeros del Taller Todo Servicio, donde colabora en distintas tareas. “Me gusta trabajar, me gusta ganar mi plata y ahorrar. También tengo muchos amigos ahí, la paso muy bien”, relató.
En paralelo, sigue entrenando a diario en el gimnasio y en la pileta. “Voy todos los días, tengo que seguir entrenando para crecer más, para tener el cuerpo al cien por ciento y seguir compitiendo”, dijo con entusiasmo.
Su historia refleja una enorme pasión por el deporte y la vida. “A mí me gusta hacer amigos, viajar, conocer lugares. Lo más lindo es compartir con otros y disfrutar. El deporte me enseñó a nunca rendirme”, expresó.
A futuro, Nicolás ya piensa en su próximo desafío: representar nuevamente a Argentina en el Mundial de Perú 2026. “Voy a estar ahí con mi equipo. Es un sueño, pero también una responsabilidad. Hay que entrenar todos los días para eso”, aseguró.
Con humildad y alegría, Nicolás resume su filosofía de vida en una frase simple pero poderosa: “Hay que disfrutar, entrenar y seguir adelante. Todo se puede si uno lo hace con el corazón”.