En el marco del Octubre Rosa, las doctoras Emilia Petrarca y Mariela Motta participaron del programa “Esta Mañana” por NecRadio 98.3, donde abordaron distintos aspectos vinculados a la prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama, además de reflexionar sobre la importancia del acompañamiento humano en el proceso médico.

La doctora Mariela Motta, ginecóloga, especialista en mastología y miembro de la Sociedad Argentina de Mastología, explicó que “el cáncer de mama es el más frecuente en la mujer a nivel mundial” y destacó que el trabajo principal está en la detección precoz.
“Lo que buscamos es llegar lo antes posible. No queremos ver algo malo, pero si lo vemos, queremos que sea lo más pequeño, lo más incipiente posible. Hoy existen muchas herramientas y el cáncer de mama tiene cura si se detecta en etapas iniciales”, aseguró.
Motta señaló que el trabajo multidisciplinario entre profesionales —mastólogos, oncólogos, clínicos, psicólogos y técnicos— mejora las posibilidades de tratamiento y la calidad de vida de las pacientes. “El paciente debe ser parte de las decisiones médicas; hablamos de decisiones compartidas”, sostuvo.
Por su parte, Emilia Petrarca, médica clínica, remarcó la importancia de aprovechar cada consulta médica como una oportunidad para promover controles: “Cuando un paciente viene, aunque sea por otro motivo, siempre pregunto por el chequeo ginecológico o la mamografía. A veces, una simple orden puede ser el primer paso hacia la detección temprana”, comentó.
Durante la entrevista, las profesionales desmitificaron conceptos erróneos. Motta precisó que “más del 75% de los cánceres de mama son esporádicos, no hereditarios”, y que “todas las mujeres mayores de 40 años deben realizarse una mamografía anual”. Además, aclaró que la mamografía permite detectar microcalcificaciones invisibles para la ecografía y que ambas prácticas son complementarias.
Sobre el autoexamen mamario, la especialista explicó que sigue siendo una práctica recomendable: “No reemplaza la mamografía, pero ayuda al autoconocimiento del cuerpo. Si una mujer conoce sus mamas, puede notar cualquier cambio a tiempo”.
También detalló que “el autoexamen debe hacerse una vez al mes, frente al espejo, observando color, simetría, textura o secreciones”, y que la etapa del ciclo menstrual puede influir en la sensibilidad o tensión mamaria.
Consultada sobre los implantes mamarios, Motta aclaró que “no dificultan la detección del cáncer”, ya que existen técnicas específicas para realizar las mamografías en estos casos.
Respecto a las mastectomías preventivas, indicó que “solo se recomiendan en mujeres con mutaciones genéticas comprobadas; la cirugía reduce el riesgo, pero no lo elimina por completo”.
La conversación también abordó el componente humano de la práctica médica. “En realidad, no estamos tan preparados para dar malas noticias. Las facultades aún deben formar más en empatía y acompañamiento. Lo más importante hoy es trabajar en equipo y sostener al paciente y a su entorno”, reflexionó Motta.
Ambas profesionales coincidieron en que la palabra cáncer aún genera miedo, pero subrayaron que “hablar, acompañar y contener son tan necesarios como tratar”.
Petrarca cerró con un mensaje claro: “La oportunidad de salvar una vida está muchas veces en una simple consulta. Hay que hablar del tema, hacerse los estudios y no postergar los controles”.












