Este 18 de octubre Estación Quequén cumplió sus primeros y jovenes 54 años de vida. Nacido de la fusión de dos instituciones de Quequén archi enemigas deportivamente, como Juventud y Progresistas.
Los colores verde y blanco impactaron en aquel fulgurante inicio futbolistico que tuvo a un equipo inolvidable con una dupla de oro conformada por: Omar Ortíz en la creación y Carlos Díaz en un goleador letal. En diálogo con NQ, Omar expresó que: “Estación Quequén fue tocado con una varita mágica. Fueron muy inteligentes aquellos dirigentes pioneros de la fusión entre Unión Progresista y Juventud. En aquellos años, en la década del 60 estos dos equipos eran como Boca y River por la rivalidad que existía. En poco tiempo se reunieron en la casa de Andrés Ferrer y resolvieron comenzar con una historia plagada de éxitos”.
Luego dijo que: “Yo debuté en Juventud en el año 1962 en cuarta división. en el primer año en Estación “Tito” Ortíz me puso de win derecho y luego ya pasé al medio. A pesar de que salió bien esto de la fusión, había algunos hinchas que lógicamente se oponían, los que si estábamos de acuerdo eramos la mayoría de los jugadores. En el año 70 cuando salimos campeones, Rivadavia tenia un equipazo. De diez partidos le podíamos ganar uno. Sin embargo en la final nos ganaban 2 a 0 y se lo terminamos ganando 3 a 2 con tres centros míos para tres goles de Carlos Díaz, que fue mi amigo, mi socio y un delantero incomparable”.
“En mi caso no era muy propenso de los entrenamientos pero, lo tenía al lado a Carlos Díaz que era un ganador nato y no tengo dudas de que con sus condiciones físicas y su mentalidad podría jugar en cualquier equipo del profesionalismo. Fue un delantero extraordinario. Nosotros con Estación ganamos cinco campeonatos consecutivos. Fue increíble y maravilloso lo que pasamos. Después fue tiempo del Nacional B y otra camada de jugadores impresionantes, que en mi caso, ya lo viví como hincha. Estación nació para ser grande”, concluyó Omar Ortíz.