El Club Náutico de Necochea celebra este año su 90º aniversario, “En este momento bien, la verdad que viene muy bien”, afirma La Battaglia al ser consultado sobre el presente del rugby en la institución. Tras un período de altibajos, el club se ha embarcado en una nueva estructura de trabajo que, con el apoyo de la Unión de Rugby de Mar del Plata, ha comenzado a dar frutos. Con una renovada impronta, el Náutico ha vuelto a consolidar sus divisiones inferiores, sumando jugadores, entrenadores y resultados deportivos.
Un enfoque en el desarrollo y la reestructuración
Como parte de la visión de la Unión de Rugby de Mar del Plata, el Náutico se ha clasificado como un “club de desarrollo”. Este estatus especial, compartido con clubes de Miramar, Balcarce, Pinamar y Villa Gesell, les otorga un plan de trabajo y un apoyo diferenciado. El club se ha organizado en torno a esta iniciativa, nombrando a un director deportivo que coordina las diferentes categorías, desde infantiles hasta juveniles y plantel superior.
“El club volvió a tener toda la tira de competitiva”, celebró el representante. El cambio ha sido notable, ya que, en el pasado, el Náutico había perdido a sus equipos juveniles por diferentes circunstancias, incluyendo la división que llevó a la creación de otro club local. “Ni uno generaba muchos jugadores, ni el otro tampoco”, explicó. Hoy, la realidad es otra, y la institución ha recuperado sus divisiones con un enfoque renovado y una filosofía clara.

Egos y superación: una lección aprendida
Sobre la división que vivió el rugby en la ciudad, Alfredo manifiesta “Lo que se aprendió es que realmente hay que laburar mejor, más organizado y dejar los egos del lado. Ahí fue un inconveniente de egos”, sentenció. En su opinión, la ciudad no tiene los recursos para sostener dos clubes de rugby, y el trabajo conjunto es fundamental para el crecimiento de ambos.
Hoy, ese aprendizaje se refleja en la nueva estructura del Náutico, que busca ser un espacio inclusivo y abierto. En el plantel de M16, hay chicos de distintos barrios de la ciudad, demostrando que la pasión por el rugby no tiene barreras sociales.
Profesionalización y compromiso: la clave del éxito
El éxito actual del Náutico no es casualidad. El club ha adoptado un modelo de entrenamiento más profesional. Los jugadores de M16, por ejemplo, entrenan tres veces por semana en el gimnasio y cuatro en el club, un nivel de compromiso que se refleja en los resultados. La clave, para él, es que los jugadores asuman este compromiso, ya que “te va a llevar más al triunfo que a la derrota”.
Además, como manifestó Claudia, se está trabajando en un proyecto para incorporar un gimnasio dentro de las instalaciones del club, un espacio que funcionaría como un centro de encuentro social y de pertenencia para todos los deportistas del Náutico, no solo para los rugbiers.
La emoción que generó el viaje para ver a Los Pumas en un partido reciente es una muestra del impacto de este nuevo enfoque. “Es un recuerdo que no se lo van a olvidar jamás”, afirmó, destacando que el contacto con los ídolos del deporte, la adrenalina del partido y la victoria en casa ante los All Blacks, son parte de este “proceso nuevo” que busca motivar a las futuras generaciones.