En una charla con Zoom Deportivo, junto a Federico Klappenbach y María Elena Figueroa, desde los estudios de NEC Radio, 98.3 del multimedios NQ, el doctor Ariel González abordó la profunda transformación del deporte y su cruce ineludible con la ciencia y la salud, para luego argumentar cómo la medicina y la nutrición bien reguladas pueden llevar el rendimiento deportivo a niveles insospechados. “El uso de la ciencia puesta al servicio de la nutrición y de la capacidad física da sus frutos y ha cambiado muchísimo”, subrayó González.
González no duda en trazar diferencias entre el deportista aficionado y el profesional: “No es lo mismo una persona que entrena una o dos veces por semana, cuando puede, que una persona que está 8 o 10 horas entrenando cada uno de los movimientos”. La nutrición, el gasto energético y el equilibrio de proteínas juegan un papel crucial. “Si no comés convenientemente y en el horario que tenés que comer, después de determinado tiempo empezás a gastar músculo”, destacó, recordando que “el músculo es un dador de energía mucho más rápido que la grasa”.
El médico también se animó a advertir sobre los excesos. Consultado sobre el uso de anabólicos y suplementos, fue contundente: “Desestimo totalmente ese tipo de usos porque para mí es un exceso. Una cosa es el batido proteico y otra cosa es la creatina u otros anabólicos. Estás generando masa muscular en un cuerpo que no la tiene, y el corazón tiene que bombear diferente”. Comparó estas prácticas con desviaciones similares a la anorexia o la bulimia: “Son desviaciones de la alimentación”, consideró, y añadió: “Cada uno hace lo que quiere, pero lo que tiene que asumir son las consecuencias”.

González enfatizó la importancia de no detenerse nunca en la actividad física y en mantener una buena masa muscular a lo largo de la vida: “Nunca parar, nunca parar, siempre estar haciendo algo. El día que no hacés deporte, caminá. Pero hacé algo”. Sobre la sarcopenia —la pérdida de la masa muscular—, advirtió que incluso quienes parecen llevar una vida saludable pueden sufrirla si no acompañan su dieta con suficiente ejercicio: “La idea es aumentar la actividad física y comer en consecuencia para no bajar de peso”.
A la hora de recomendar un chequeo para quienes retoman el deporte después de los 40 o 50 años, fue preciso: “Un chequeo para hacer una actividad aeróbica: saber cómo están tus arterias, cómo están las arterias de tu corazón. Hay que tener los factores de riesgo controlados: sobrepeso, sedentarismo, estrés, tabaco, presión alta”.
Por último, subrayó que en el caso de la infancia, los chequeos deben seguir las recomendaciones pediátricas, pero si el chico va al alto rendimiento, la visita al deportólogo se impone. “Si vos tenés un chico que es alto rendimiento, listo, deportólogo, que diga qué alimentación le vas a ofrecer para que cuando se forme no le esté faltando nada, porque está en crecimiento”, concluyó.
La entrevista con el doctor Ariel González deja una convicción: el deporte de hoy —y el de siempre— empieza mucho antes y mucho más allá de la competencia. Comienza en el consultorio, en la mesa y en cada pequeña decisión cotidiana sobre cuidar el cuerpo y la salud.