El secretario del Colegio de Farmacéuticos de Necochea, Gabriel Traversini, habló sobre la polémica en torno a las recetas electrónicas.
“Fue un anuncio que se hizo desde el Gobierno y debería haber entrado en vigencia a partir del 1 de julio. Sin embargo, por muy fácil que sea escribir el proyecto, ponerlo en práctica no es tan sencillo”, afirmó.
Debido a algunos inconvenientes que se identificaron para su puesta en marcha se decidió otorgar una prórroga de 180 días para llevar adelante un reajuste de todo el sistema con cada uno de los procesos.
“Durante este tiempo se debe hacer un trabajo muy fijo porque no puede quedar ningún paciente sin asegurar. Una prórroga se entiende como un plazo para acomodar algo que no pudo adecuarse a tiempo. Confiamos en que durante estos 180 días se va a poder ordenar el sistema”, expresó.
Y agregó: “Desde todo punto de vista la receta electrónica es beneficiosa porque se disminuirían errores, la prescripción sería clara como no ocurre en la mayoría de las recetas escritas a mano, y se agilizarían las cuentas y la facturación en las farmacias”.
“Pensemos en un centro de salud donde no existe conexión a internet, no hay computadora o acceso a impresora. En caso de estar dadas las condiciones sería lo ideal contar con la receta electrónica. No obstante, hay que rever la decisión de no dejar un pequeño lugar para la receta manual”, concluyó.