En una decisión histórica, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu) acordó una rebaja salarial promedio del 9% que significará una reducción aproximada de $200.000 menos que percibirán los tripulantes de barcos pesqueros. Así, se destrabó el conflicto y se reactivó la industria congeladora y, con ella, la temporada de langostino.
Tal como lo habían expresado el jueves pasado a través de un comunicado, el gremio alcanzó un acuerdo con las cámaras empresarias que reclamaban una reducción del 30% sobre la ganancia por producción de los tripulantes. Ante el rechazo contundente de los trabajadores, el conflicto se estiró durante 140 días y ambas partes debieron ceder para llegar a un acuerdo. Finalmente, la semana pasada se conoció que se estableció un descuento del 9% sobre el total, aunque el gremio no absorberá el descuento de la cuota sindical del 4% para que el impacto sea menor.

“Los empresarios pedían una rebaja del 30% de nuestra producción. La conducción del gremio y los afiliados estábamos con un no rotundo. Pasaron los días, se superaron los tiempos previstos y las empresas empezaron a ceder”, manifestó Damián Basail, dirigente del Somu, en declaraciones a Extra, la radio y canal de streaming de 0223.
Según relató, la baja del 9% sobre el total de la remuneración significaría un descuento, a groso modo, de $400.000, pero al no cobrar la cuota sindical del 4%, en el recibo de sueldo los marineros verán reflejados una rebaja de solo $200.000.