Juan Iriberri, joven pero ya referente del sector agropecuario local y recientemente nombrado secretario de la Federación Argentina de Acopiadores, dialogó sobre el legado familiar, el presente del Centro de Acopiadores Zona Puerto Quequén y las oportunidades perdidas para el desarrollo de Necochea y su región, en NEC Radio 98.3 del multimedios NQ, con Nicolás Mario Tambascia en el programa “Esta Mañana”.
Hijo de Juan Leoncio Iriberri, fundador de la empresa familiar en 1966, Juan hijo lleva con orgullo la continuidad de una firma que ha trascendido las fronteras locales. “La verdad que es un orgullo. Es lindo ver una empresa con tantos años que sigue manteniéndose vigente, que sigue apostando y mirando para adelante”, expresó. No solo la empresa familiar lo vincula a la comunidad, sino también la destacada labor de la esposa de su padre en la cooperadora del hospital, una institución a la que Iriberri también apoya. Recordó la crucial campaña de la rifa de un terreno para la adquisición de un tomógrafo, subrayando la importancia de la colaboración comunitaria: “Realmente lo que hace la cooperadora es muy valioso, ha trabajado muchísimo… lo último que falta para terminar la obra es terminar de vender las últimas rifas”.

La impronta institucional parece ser un sello familiar. Juan padre, vicepresidente actual de la cooperadora, ha dejado una huella imborrable en diversas entidades de la ciudad. “De alguna manera se ve que yo he mamado algo de eso, porque siempre he estado muy cercano”, confesó Iriberri hijo, quien hoy preside el Centro de Acopiadores Zona Puerto Quequén, siguiendo los pasos de su padre y otros referentes del sector.
La conversación derivó hacia proyectos inconclusos en la ciudad, víctimas de la inestabilidad económica y el paso del tiempo. “Lamentablemente hay muchísimos proyectos de inversión en Necochea y en todo el país que se pararon producto de una coyuntura que no colaboraba con el interés de invertir”, lamentó Iriberri, señalando la fuga de inversiones hacia regiones vecinas e incluso países limítrofes.
Al volver la mirada hacia la “patria chica”, la charla se centró en el Fondo Compensador Vial, mejor conocido como la polémica tasa portuaria, un tema que para Iriberri es sintomático de una visión local que no siempre favorece el desarrollo, recordando cómo intendentes de localidades vecinas se esforzaron por seducir empresas, ofreciendo incentivos y allanando el camino. “Si nosotros lo que decimos es que nos molesta que vengan los camiones porque nos rompen el camino, hay que ponerle impuestos, y bueno, la realidad es que vamos a tener menos trabajo y menos fuente de trabajo”, advirtió con preocupación.

La comparación con San Cayetano, que logró un notable desarrollo agroindustrial, fue elocuente: “San Cayetano, cuando se independizó de Necochea, metió un gol de mitad de cancha”.
A pesar de este análisis crítico, Iriberri se muestra optimista hacia el futuro. Si bien reconoce la inacción de las últimas décadas, vislumbra un cambio de paradigma impulsado por la desregulación a nivel nacional. “Creemos que las condiciones van mejorando, sobre todo a nivel nacional, y ojalá que eso traiga más inversión de empresas argentinas y de empresas extranjeras, que quieran invertir en Necochea, que quieran invertir en Puerto Quequén”, expresó con esperanza.