El entrenador de Mataderos, Matías Quinteros, analizó el gran momento del equipo tras la victoria ante Villa Díaz Vélez por 2-1 como visitante, un resultado que lo deja cuarto en la tabla y dentro de los puestos de clasificación a las semifinales del Torneo “Alejandro Barberón”.
“Estoy muy contento. Que te empaten a los 45 y ganes a los 47, y encima de visitante, tiene un sabor especial”, expresó Quinteros en diálogo con Multimedios NQ. El triunfo tuvo como protagonista a Marco, un juvenil del club que marcó el gol decisivo. “Es un chico que viene trabajando muy bien en reserva, le di minutos y respondió de la mejor manera. Esas cosas nos ponen felices, porque hablan del futuro del club”, destacó el técnico.

El entrenador también valoró la actitud del grupo en los momentos difíciles: “Después del partido con Del Valle, que perdimos de local, nos juntamos con los referentes y charlamos sobre qué debíamos cambiar. Les dije que si el problema era el cuerpo técnico, no tenía problema en dar un paso al costado. Pero los jugadores se hicieron cargo y reaccionaron”.
Desde entonces, Mataderos sumó tres triunfos consecutivos —ante Rivadavia, Ministerio y Villa Díaz Vélez—, lo que lo posiciona firmemente en la pelea por los puestos de vanguardia. “Sabíamos que teníamos con qué, y lo demostramos. Los grandes se hicieron responsables del momento y los chicos acompañaron con compromiso y trabajo”, subrayó.
Consultado sobre el gol del empate de Fernando Montes, Quinteros reconoció: “Fue un partido parejo. Ellos tienen jerarquía y sabíamos que en pelota parada podían lastimar. Pero el equipo no bajó los brazos y lo fue a buscar hasta el final”.
El DT también habló sobre la importancia de la unidad del grupo: “Tengo jugadores con mucha experiencia como Fede Doña o Toti Fernández, que son líderes positivos. Aunque a veces les toque estar en el banco, empujan al equipo y contagian a los más chicos. Eso hace la diferencia”, destacó.
En relación al trabajo semanal, Quinteros explicó las dificultades de dirigir en una liga amateur: “Es complicado planificar porque muchos jugadores trabajan. Hay que adaptar los entrenamientos según las cargas físicas. Pero el compromiso es enorme: llegan de trabajar y se meten a entrenar sin excusas”.
Con dos fechas por jugar, el técnico es claro: “Dependemos de nosotros. Ganando a Gimnasia, clasificamos. Vamos a dejar todo para lograrlo. Queremos regalarle a nuestra gente una alegría, porque el club lo merece”, cerró.