Mauricio Miguel, gerente de Sitio 0, dialogó con Federico Cañadas y Nicolás Mario Tambascia, durante el programa “Esta Mañana” y desde los estudios de NEC Radio 98.3 del multimedios NQ, ofreciendo una mirada profunda sobre la actividad productiva que a menudo pasa desapercibida para el ciudadano común. Miguel lleva casi una década al frente de esta terminal, que comenzó a construirse hace 12 años y hoy es un pilar fundamental para la economía local.
Sitio 0, nacida de la unión de grandes grupos como Alea y Compañía, Egrain, CHS y Cofco, es un “prestador de servicios a la exportación”. Su función es clave: gestionar la logística de cereales como trigo, maíz, soja, cebada y girasol, que llegan desde el campo para ser embarcados hacia destinos tan variados como China, Brasil, Colombia, Perú, Ecuador, Emiratos Árabes y Vietnam.

Miguel destacó el impacto laboral de la terminal. Con 96 personas en relación de dependencia, Sitio 0 genera un efecto multiplicador impresionante. “La industria, las estadísticas de esta industria indican que por cada persona en relación de dependencia hay cinco trabajando afuera”, explica.
Uno de los puntos clave que abordó el gerente fue el minucioso proceso de recepción de la mercadería. “Es responsabilidad nuestra embarcar la mercadería en condiciones de calidad conforme a los estándares de comercialización”, subraya. Para ello, cuentan con calados propios en la ruta 88, antes de que los camiones ingresen al puerto, lo que permite rechazar el 20% o 30% de la carga si no cumple con los estándares, evitando un mayor impacto ambiental y de tráfico en el ejido urbano.
Mirando al futuro, Mauricio Miguel confirmó que existe la posibilidad de ampliar la capacidad de almacenaje de Sitio 0, pasando de 120.000 a 220.000 toneladas con la construcción de ocho silos adicionales. En cuanto a un segundo muelle, se trata de un proyecto a más largo plazo que depende de obras de infraestructura a cargo del Estado.

Respecto a la competitividad del Puerto Quequén frente a otros como Bahía Blanca, Miguel señaló que las diferencias en los precios de pizarra se deben a “factores comerciales”, ya que en Bahía muchas terminales son propias de los exportadores.
Finalmente, sobre el anhelo de que el tren vuelva a ser una vía de carga para el puerto, el gerente fue contundente: “Seguramente nos mejoraría mucho la afluencia, recuperaríamos la mercadería de Olavarría, todo eso vendría para acá sin duda”. Si bien es un “empezar de cero” y requiere una política de estado sostenida en el tiempo, Mauricio Miguel mantiene el optimismo: “Yo creo que hay avidez, es un sector que puede crecer mucho y sabemos la capacidad que tiene para responder, porque ya lo hemos visto, a los incentivos o a un marco de estabilidad y seguridad, el sector responde y crece”. Una afirmación que resuena como un faro de esperanza para el futuro productivo de la región.