El secretario general de La Bancaria Necochea, Demian Ledesma, expresó su profunda preocupación por la situación que atraviesan las sucursales del Banco Nación en el interior del distrito, particularmente por los casos de Juan N. Fernández y La Dulce, en el marco de un proceso de reordenamiento impulsado por la actual conducción del banco, que podría implicar cierres de sucursales y una avanzada hacia la privatización.
Quien dialogó con el periodista Jorge Gómez, en el marco del programa Voces de la Ciudad que se emite a través de Estación FREE, 90.3 en FM, participa de un congreso nacional del gremio en Buenos Aires, y aseguró que el proceso de vaciamiento “no es nuevo, pero sí se ha intensificado con medidas concretas como los retiros anticipados que abarcan al 40% de la planta de empleados (mujeres desde los 50 años y hombres desde los 53), sin un correlato de ingreso de nuevos trabajadores”. Esto, sumado al congelamiento del ingreso de personal, “está afectando gravemente la operatividad del banco”.
Sobre la realidad en el distrito, precisó que en Fernández actualmente hay cinco empleados y en La Dulce apenas cuatro, cuando tiempo atrás trabajaban 12 personas por sucursal. “Además, el personal que queda está asumiendo funciones fuera del marco formal: cajeros que hacen de tesoreros, auxiliares que firman como jefes, o jefes que cumplen tareas contables. Esta precarización funcional deteriora la calidad del servicio y extiende los tiempos de resolución de trámites, que pasaron de 15 días a cuatro meses en algunos casos”.
Ledesma señaló que el comunicado oficial que circuló desde Nación justifica los cierres por la falta de edificios propios y cuestiones de rentabilidad. Sin embargo, las sucursales del distrito funcionan en inmuebles propios del banco, por lo cual esta fundamentación no aplica a nivel local. “Lo que hay aquí es una política deliberada de cierre de sucursales con criterios arbitrarios como la cercanía geográfica y la rentabilidad, sin considerar el rol social que cumple el banco en las comunidades rurales”.
Finalmente, advirtió que “transformar el Banco Nación en una sociedad anónima y avanzar hacia su privatización es un objetivo claro del gobierno nacional y de la actual presidencia del banco”, lo que implicaría la pérdida de un actor clave del sistema financiero público, especialmente en sectores donde la banca privada no tiene presencia ni interés.
Por Jorge Gómez
(Colaboración)