Durante una amena conversación en los estudios de NecRadio 98.3, Raúl Bugando repasó su recorrido personal, desde su infancia hasta su presente en Necochea, donde continúa apostando al trabajo y al turismo local.
“Nací en Jacinto Arauz, La Pampa, y a los tres meses mis padres se radicaron en Necochea. Mi papá tenía camiones, trabajaba con un tío que tenía la empresa Ruizar. Desde entonces esta ciudad es mi lugar”, recordó.
En un pasaje emotivo, Bugando relató una anécdota curiosa ligada al prestigioso médico René Favaloro:
“En la vida de Favaloro quedó que la primera noche que pasó fuera de su casa con su esposa fue por el parto mío. Él había ido a Jacinto Arauz y, cada vez que volvía, pasaba a saludar a mis viejos. Era un pueblo chico y todos se conocían”, contó entre risas.
Raúl cursó sus estudios en Nueva Pompeya y luego en el Colegio Nacional Estrada, y a los 18 años comenzó a trabajar con la empresa Siemens, donde fue parte del proceso de instalación del telediscado telefónico en distintas provincias.
“Arranqué como temporario y me ofrecieron viajar por el país. Era progreso, y lo aproveché”, recordó.
Más tarde, su camino laboral lo llevó al mercado de Liniers y a la industria cárnica, donde se formó como clasificador y tipificador de carne vacuna en la Junta Nacional de Carnes. “Hice los tres años de tecnicatura y terminé comprando hacienda. Fue una experiencia increíble”, destacó.

Ya en Buenos Aires, conoció a su esposa, María, y juntos emprendieron varios proyectos. “Fabricamos ropa, después zapatos. Tuvimos cinco negocios en zona sur. Pero vinieron las crisis y nos fundimos más de una vez. De cada caída se aprende”, confesó.
Finalmente, el destino lo trajo de regreso a Necochea, donde comenzó una nueva etapa familiar y comercial. “Mi hermano me llamó para trabajar con él en redes de gas. Volvimos, arrancamos de nuevo y seguimos apostando. Hoy tengo un complejo con cuatro cabañas”, contó.
Sobre la actualidad local, Bugando fue directo:
“Necochea está muy chata. Los funcionarios no funcionan. No alcanza con pagar sueldos: necesitamos que la ciudad progrese. Nos prometieron poner a Necochea entre las mejores ciudades balnearias, y estamos en el último escalón”, opinó.
También analizó el panorama económico nacional con una mirada esperanzada pero crítica:
“Entiendo al Presidente cuando dice que no se puede volver a la maquinita. Pero hay que encontrar una forma de que la macroeconomía llegue al bolsillo de la gente. Hoy la gente no llega a fin de mes. Necesitamos un alivio real”, sostuvo.
Bugando, que lleva adelante un complejo de cabañas en la ciudad, afirmó que muchos turistas “se enamoran de Necochea”, aunque reconoció que los propios necochenses muchas veces no valoran el potencial local.
“Vino gente de Azul este fin de semana y estaban fascinados con Necochea. Nosotros a veces le damos la espalda. Invierten más los de afuera que los de acá”, señaló.
En el cierre, dejó una reflexión sobre los valores del trabajo y la honestidad:
“Yo soy del tiempo en que se honraban las deudas. Antes no dormías si debías algo. Hoy la gente se acomoda distinto. Pero yo siempre elegí cumplir. Me fundí tres veces, y sigo apostando. Tengo fe en que se puede salir adelante”, concluyó.












