La chef Sabrina Ruollié nos abrió las puertas a un relato fascinante, tejiendo su pasado mediático y su reciente experiencia emprendedora en la ciudad, donde el arte culinario y las realidades económicas se entrelazaron en su camino, al dialogar en los estudios de NEC Radio 98.3 del multimedios NQ, junto a Federico Cañadas y Nicolás Mario Tambascia, durante el programa “Esta Mañana”.
Sabrina, reconocida por su participación en un popular reality de cocina de Telefe hace ocho años, recordó la intensidad de aquella experiencia: “Fue hace ya ocho años… es intenso estar en un programa de televisión, es algo que uno no sabe lo que es hasta que está ahí”. La repercusión, cuenta, fue inmediata y abrumadora. “El siguiente día que salimos al aire, ya me di cuenta de lo que iba a hacer, porque salí a la calle y en la primera cuadra ya me pararon”.
Su llegada al mundo de los reality shows fue casi fortuita. Tras casi 15 años viviendo en España, donde se formó en “alta cocina” y alcanzó posiciones de liderazgo, su tía la animó a anotarse. Sabrina, sin muchas expectativas, envió un video de una entrevista que le habían hecho en España en lugar del video de cocina que pedían. Para su sorpresa, la llamaron y “quedé enseguida”.
En el programa, donde competían chefs profesionales (a diferencia de otros como MasterChef, que son para aficionados), Sabrina llegó a la final. Su “carácter polémico” y una personalidad “fuerte, avasallante” la hicieron memorable. “Yo soy una de las participantes, por polémica, por look, por lo que sea, más recordada”, afirmó entre risas, y explicó que esa fortaleza es vital para una mujer que viajó y trabajó sola por el mundo, enfrentándose a cocinas “muy jodidas”.
Sin embargo, a pesar del éxito mediático y las puertas que se abren, Sabrina es contundente sobre la efímera naturaleza de la fama televisiva. “La tele son dos minutos de fama. Nada más. La gente, y hoy por hoy más que nada, con el tema de las redes, hay tanta información diaria que la memoria dura poco”, sentenció, refiriéndose a la fugacidad del impacto mediático.
El Legado de “La Rulié “: Un Capítulo Cerrado por la Economía
Fue la pandemia la que trajo a Sabrina a Necochea, ciudad a la que siempre regresaba para visitar a su familia materna. “Vivir en Capital fue muy intenso… y empecé con las pastas en ese momento. La Rulié nace en pandemia”, recordó. El negocio de pastas frescas y comidas elaboradas comenzó con éxito en un pequeño local en calle 77, para luego mudarse a un espacio más grande en el centro.
Pero las expectativas no pudieron sostenerse. “Lamentablemente el país está muy boyante. Y eso se nota, en los comerciantes se nota”, explicó Sabrina con resignación. El incremento desmedido de los costos fijos, especialmente los servicios, fue insostenible. “La luz, pasé de pagar aproximadamente setenta mil pesos bimestral, a pagar cerca de quinientos mil pesos bimestral. El gas fue lo mismo. No hay manera”.
Este escenario económico, que Sabrina no había experimentado en sus casi 15 años en el extranjero, la llevó a tomar una difícil decisión: cerrar La Rulié. “No la había vivido nunca”, aseguró sobre la profunda crisis actual.
Il Condumio: La Pasta Artesanal que Nace del Legado
A pesar del cierre, Sabrina no se va sin dejar su huella. Presentó con orgullo a sus “sucesores”: Miko Geis y Darío Juárez, quienes trabajaron con ella y ahora toman el relevo con un nuevo proyecto: Il Condumio.

“Acá Sabrina nos dio una gran mano con el tema insumos, equipamiento y demás”, explicó Darío, añadiendo que la chef les dejó “el legado de conocimiento” en la elaboración de pastas. El nombre “Il Condumio”, una palabra del español antiguo que remite a “una gran comida de sabores cuidados, que se hace con una gran cantidad de gente, con respeto, con amor”, encapsula la esencia de su propuesta.
Mico, por su parte, expresó su gratitud: “Estamos muy agradecidos también con Sabrina, por todo lo que hemos aprendido”. La nueva empresa se centrará, por ahora, en la venta de pastas por encargo, con planes de abrir un local físico en el futuro.
Sabrina, conmovida por el nuevo camino de sus ex colaboradores, les deseó: “Espero que de esto salga un proyecto muy grande, que los necochenses los acompañen, que es importante”. Y, en un mensaje de despedida temporal a la ciudad, agregó: “También quiero agradecerle a Necochea por todo lo que me han brindado durante estos tres años que he estado acá”.
Así, entre los recuerdos de las luces de la televisión y la dura realidad económica, Sabrina Ruollié deja un sabor agridulce pero esperanzador en Necochea, pasando el legado de la pasta artesanal a nuevas manos que, con su experiencia, prometen seguir deleitando el paladar local. Il Condumio iniciará sus ventas este fin de semana, disponibles por encargo y en sus redes sociales, buscando que la pasión por la cocina se imponga a las adversidades.