La arena fue testigo de una hazaña automovilística, los hermanos Ferrari, orgullosos representantes locales, se alzaron con la victoria en el Safari, dejando el trofeo en casa tras una carrera que se definió por apenas 135 milésimas, desatando un festejo inigualable, incluso superior a la euforia de su campeonato anterior.
Juan y su hermano, con la pasión por los “fierros” corriendo por sus venas desde chicos, compartieron en los estudios de NEC Radio, 98.3 del multimedios NQ, un diálogo con Federico Klappenbach y María Elena Figueroa, durante el programa “Zoom Deportivo”, contando cómo vivieron esta emocionante victoria. “Gracias a Dios pudimos dejar el triunfo en nuestra casa, así que hicimos todo lo posible para poder ganar la carrera”, comentó uno de los hermanos, reflejando la dedicación que hay detrás de cada competencia. Su historia en el Safari se remonta a 2013, con una pausa por cuestiones de presupuesto, y un regreso fuerte después de la pandemia, que los llevó a pelear y ganar el campeonato el año pasado.

Un espectáculo que mueve pasiones y economía
La carrera no solo fue un hito para los hermanos Ferrari, sino también un imán para el público. “Bastante público”, afirmaron, destacando la tradición “fierrera” de Necochea y la región. El Safari, con sus distintas categorías y los areneros, conforma un parque automotor imponente que, además de ofrecer un gran espectáculo, inyecta vida a la economía local.
“Se mueven muchas familias por cada auto, te vienen entre veinte personas”, explicaron, subrayando el impacto positivo en la hotelería, restaurantes y estaciones de servicio. Incluso, la necesidad de repuestos para los vehículos en competencia genera un movimiento económico adicional. “Se puede atraer a gente para que conozcan la ciudad, y se trae movimiento turístico también, que no es solamente en verano, que también en invierno haciendo eventos así podes traer turismo”, resaltaron, viendo en el Safari una oportunidad para desestacionalizar el turismo local.
La dupla perfecta sobre ruedas y el equipo detrás del éxito
Correr en dupla, como piloto y copiloto, es una particularidad de la categoría Safari que los hermanos Ferrari disfrutan al máximo. “Desde chicos nos gusta la pasión esta y siempre nos gustaron los motores, los fierros en la arena”, contaron. La puesta a punto del vehículo es un trabajo minucioso, adaptándose a cada circuito y sintiendo el comportamiento del motor en cada sector.
Sin embargo, detrás de cada victoria hay un equipo fundamental. Agradecieron a Fernando Bordino por el motor, a Juan Manuel Azala, Walter Iparraguirre, Agustín Aldama, Martín Aldama y Ale Bordino por el trabajo en el chasis. “Es todo un grupo que nos juntamos en el taller y vamos todos juntos, nos dan una mano grande, sin gente no lo podés hacer”, enfatizaron. La victoria reciente fue un “desahogo” y “sacó una mochila de arriba de la espalda” por todo el esfuerzo y el sacrificio invertido por el equipo y la búsqueda constante de presupuesto.
Mirando al futuro: sumar y seguir festejando
Con la victoria en Necochea ya en el bolsillo, los hermanos Ferrari tienen la vista puesta en la próxima fecha en Villa Gesell. “Siempre vamos con la expectativa de querer ganar”, afirmaron, pero con la madurez de saber que “para llegar, hay que sumar” puntos en el campeonato. La próxima carrera será una fecha doble, con una particularidad: la “carrera del millón”, un premio que sin duda suma un aliciente extra.
El entrenamiento, para ellos, pasa más por el taller y la puesta a punto del vehículo que por un riguroso régimen físico. Aseguran que, con una buena suspensión, el desgaste es mínimo. La emoción de ganar en casa, con la familia y los amigos presentes, fue algo que no olvidarán. “Fue una locura”, describieron, reafirmando que esta victoria superó incluso la alegría de su campeonato. Los hermanos Ferrari, con su pasión intacta y el apoyo de su equipo, prometen seguir dando pelea en cada salto del Safari.