En diálogo con el programa “Esta Mañana” de NecRadio 98.3, el taxista Víctor Agulla se refirió a la manifestación realizada por trabajadores del sector frente a la Comisaría Primera, tras una nueva seguidilla de robos y hechos de violencia que afectan tanto a remiseros como a taxistas en la ciudad.
“Se vive con cierta impotencia, porque ya es como que se está desmadrando todo. Esto estalló a raíz de la continuidad de asaltos que vienen sufriendo los compañeros. Lamentablemente, ya se metieron con las conductoras, con las mujeres, y eso fue el vaso que colmó”, expresó con preocupación.
Agulla relató que una de las últimas víctimas fue asaltada a punta de pistola, y que su vehículo —una herramienta de trabajo fundamental— fue robado y parcialmente incendiado. “Nos roban lo que tenemos para ganarnos la vida. Es inconcebible”, señaló.
El trabajador, con más de cuatro décadas en la profesión, sostuvo que la situación nocturna se volvió especialmente crítica. “La noche está muy complicada. Hace años decidí no trabajar más en la madrugada, porque no hay seguridad. Prefiero ganar menos, pero llegar vivo a mi casa”, remarcó.
Sobre la movilización, destacó la unión entre los distintos sectores: “Agradezco la invitación de los remiseros, porque en definitiva todos estamos atrás del volante. Antes había resquemores entre taxistas y remiseros, pero hoy somos colegas y amigos; estamos todos en la misma”.
Consultado sobre el acompañamiento de las autoridades, Agulla fue claro: “Siempre pasa lo mismo: la policía dice que falta personal, o que no tienen móviles o gasoil. Pero necesitamos controles, operativos sorpresa. Si me tienen que parar diez veces al día, que lo hagan, porque eso también da seguridad”.
Además, planteó la necesidad de un compromiso mayor por parte del municipio y de los concejales. “El intendente se tiene que poner a la cabeza del tema de la seguridad, y los concejales también tienen que involucrarse. No se trata de usar esto como caballito de batalla para la campaña. Es responsabilidad de todos los partidos políticos”, afirmó.
Agulla subrayó que la inseguridad no afecta solo al transporte: “Hoy nos toca a nosotros, pero mañana le puede pasar a cualquier vecino. Hay que prevenir y controlar más. El miedo ya está instalado y muchos compañeros, sobre todo las mujeres, quedaron con pánico”.
“Salimos a buscar el mango y volvemos con el auto destrozado o con miedo de no regresar. Necesitamos que nos cuiden para poder trabajar”, concluyó.












