El barco Valaris DS 17, que se encargará de realizar la perforación en el pozo, tiene previsto avanzar a una profundidad de 1.527 metros al lecho marino y a más de 4.000 metros bajo el suelo.
Finalizada la evaluación, el pozo sería cerrado de manera permanente con cemento, en cumplimiento de todas las medidas de seguridad necesarias, siguiendo los protocolos para dicha actividad. Dicho proceso llevaría aproximadamente 60 días. En el caso de encontrarse petróleo o gas, el proyecto Argerich I ingresaría en la siguiente etapa, que es la que establece límites del yacimiento con pozos diseñados para testear el fluido de producción. Luego, en una tercera etapa, se perforarían los pozos para producir petróleo comercialmente.
El área a explorar tiene grandes similitudes geológicas con las costas de Namibia y el inicio de las tareas enciende grandes expectativas después de los hallazgos de importantes dimensiones que se concretaron en África: en el bloque Graff-1, Shell encontró crudo liviano y podría alcanzar los 1000 millones de barriles, mientras que el yacimiento Venus, de la francesa Total, podría albergar hasta 3000 millones.
Los estudios sobre uno de los 10 bloques aptos para explorar indican que el potencial del offshore a 300 kilómetros de la costa bonaerense es superior a una Vaca Muerta. Siguiendo los modelos de Brasil y Noruega y si se comprueba el hallazgo, en una primera etapa podrían instalarse cuatro unidades flotantes de almacenamiento y descarga de producción (FPSO, por sus siglas en inglés) hasta llegar a 24 FPSO en el pico de actividad, lo que permitirán una producción de hasta 2 millones de barriles equivalente de petróleo.
Se estima que la perforación del primer pozo de hidrocarburos offshore en la Cuenca Norte del Mar Argentino y el hallazgo de petróleo convencional abrirá la oportunidad de generar inversiones por u$s40.000 millones en componentes nacionales y la contratación de 125.000 trabajadores para el sector durante las próximas tres décadas.