El reciente traslado de Javier Cerfoglio a la cárcel de Batán ha sido una medida tomada por las autoridades para garantizar su seguridad y evitar conflictos tanto dentro de la comisaría como con otros internos. Cerfoglio, acusado y detenido por el brutal asesinato de Magalí, había generado un clima de tensión y enojo que podría culminar en una serie de incidentes por parte de otros reclusos.
Magalí fue una joven cuya vida fue arrebatada de manera trágica y violenta, dejando una marca imborrable en su familia, amigos y en toda la comunidad. La noticia de su asesinato conmocionó a Necochea y al país desencadenando una ola de indignación y pedidos de justicia.
Desde su detención, Cerfoglio había sido alojado en la seccional primera, donde las condiciones de seguridad comenzaron a deteriorarse rápidamente. Además de las tensiones externas, la presencia de Cerfoglio en la comisaría también generó problemas internos. Los otros detenidos, al conocer la naturaleza del crimen por el cual estaba acusado habrían mostrado su rechazo y hostilidad. Las autoridades temieron que esta situación pudiera desencadenar hechos de violencia que comprometieran aún más la seguridad y el orden dentro de la institución.
Ante este panorama, se tomó la decisión de trasladar a Cerfoglio a la Unidad Penitenciaria de Batán, una cárcel con mayores medidas de seguridad y capacidad para manejar internos de alto perfil y casos sensibles. El traslado, llevado a cabo esta mañana fue ejecutado con el objetivo de prevenir cualquier incidente violento.