María Josefa Bonazza es -hasta ahora- la única sobreviviente del trágico derrumbe del Hotel Dubrovnik en Villa Gesell. Mientras se recupera de las heridas sufridas en el Hospital Municipal de Balcarce, recibió a DiarioNQ y relató el episodio que la tuvo más de 10 horas atrapadas en los escombros.
«Recuerdo que a la madrugada con Federico -su esposo, la primera víctima fatal del derrumbe- escuchamos un ruido muy fuerte y al instante ocurrió el derrumbe. En todo momento estuve lúcida, no perdí la conciencia. Le hablaba a mi marido, pero jamás obtuve respuesta», contó.
Sobre la pérdida de Federico, expresó: «Fuimos pareja durante más de 40 años. Perdí a mi compañero de vida. Pero me queda la tranquilidad de que no sufrió y que en nuestros tiempo compartido le di todo el amor que merecía».
Retomando el operativo de rescate, recordó que fue Mariano, un bombero de Pinamar, el primer en dialogar con ella. «Fue un milagro haber escuchado esa voz. Después el destino quiso que mi ángel guardián fuera Gonzalo Castrillo, un bombero de nuestra ciudad que además es médico, es decir, junta las dos vocaciones más nobles que puede tener un ser humano. Le voy a estar agradecida toda la vida, al igual que con los demás rescatistas», agregó.
Y cerró: «Estoy bien, con algunos dolores y molestias. Pero quiero recuperarme para poder volver a mi casa. Lamentablemente las demás personas que quedaron atrapadas no tuvieron la suerte que tuve yo».