“Venimos hace cuatro años trabajando en la subcomisión para lograr el sueño que tenemos que es volver a construir nuestra propia cancha”, confiesan en una charla con “Muchachas”, desde los estudios de NEC Radio, 98.3 del multimedios NQ. Ellas son parte de un grupo de diez padres y madres que, a puro pulmón, han estado trabajando incansablemente para darle al Club Huracán un lugar propio para que sus chicos y chicas jueguen de local. El proyecto, presentado en el programa Puerto Participativo, es mucho más que una cancha: es la posibilidad de brindarle a los jugadores la identidad que hoy no tienen.
La iniciativa, titulada “Un estadio para chicos y chicas”, busca conseguir los fondos necesarios para un objetivo claro: los vestuarios y los baños. “Lo más importante que les falta es los vestuarios para los jugadores, para que tengan su propio lugar y para cambiarse desde los infantiles hasta los mayores, hasta la primera división. Los baños, que no lo tenemos”, explican. Hoy, el club se ve obligado a jugar en canchas alquiladas, lo que no solo genera un gasto extra, sino que también priva a los deportistas de un lugar donde sentirse realmente locales. “Los chicos no tienen su propia identidad. Siempre vamos a una cancha prestada porque decimos que sí somos locales, pero vamos a la cancha que nos están alquilando”, relatan.

Un trabajo de base que busca apoyo
El proyecto presentado no es un inicio desde cero, sino un refuerzo a un trabajo que ya lleva años. Los vestuarios y los baños son un paso crucial para una infraestructura que ya tiene avances, como parte del cerramiento perimetral y una cantina en construcción. La idea es consolidar lo ya hecho y darle un impulso definitivo. Este esfuerzo no solo beneficia a los jugadores, sino que busca recuperar la convocatoria del club y la comodidad para los hinchas.
La falta de una cancha propia afecta directamente el rendimiento deportivo. “Al tener la cancha no tenés las condiciones. Hoy muchas veces los entrenamientos se ven afectados porque con la lluvia el vivero está en tan mal estado que no puede absorber el agua y es una laguna cuando llueve”, las jugadoras y jugadores se ven obligados a entrenar en canchas de menores dimensiones, lo que les resta posibilidades de desarrollo en su disciplina.
Un futuro para el fútbol femenino y el sentido de pertenencia
Otro punto clave del proyecto es la inclusión del fútbol femenino. Destacan la importancia de tener un espacio propio. Con la cancha propia, se abre la puerta para formar una escuelita y, con el tiempo, un equipo de primera.
Para Mónica y Sandra, el voto de la gente es más que un apoyo económico; es un reconocimiento al arduo trabajo de la subcomisión. “Nosotros lo vemos a Huracán como una gran familia, y siempre Huracán trabaja con eso. La familia, la unidad y los chicos, que no se vayan”, dicen, ambas destacan que, si bien el club cuenta con otras disciplinas, “el fútbol los une en eso”, creando un sentido de pertenencia que traspasa la cancha.
El proyecto “Un Estadio Para Chicos y Chicas” del Club Huracán es uno de los propulsores del programa Puerto Participativo. Para votar, la comunidad puede acercarse a la cancha de Villa del Parque, donde el club jugará de local este fin de semana, o ingresar a la página web del programa. Con un solo clic, se puede dar un empujón a este grupo de padres y madres que, con garra y dedicación, buscan devolverle a sus chicos el lugar que se merecen.