En los últimos tiempos, hemos sido testigos de una preocupante tendencia en nuestra comunidad de jovenes motoqueros: un desafío imprudente a la seguridad vial que ha cobrado un precio demasiado alto.
Cómo se entiende, que recientemente, personal de Tránsito Municipal tuviera que intervenir y secuestrar la moto de uno de los hermanos de los jovenes fallecidos en la picada ilegal de Jesuita Cardiel? Cuando todavia resuenan los ecos de una lamentable perdida humana, ocurre esta situación, tras ser sorprendido realizando acrobacias peligrosas en la vía pública. Una dura realidad que subraya la necesidad urgente de un cambio de actitud y conciencia entre los mismos pibes.

Y todo esto, a pesar de los esfuerzos previos de las autoridades de tránsito, que habían llevado a cabo operativos destinados a prevenir este tipo de comportamientos irresponsables en nuestras calles.
La trágica pérdida de dos jóvenes en un reciente accidente de motocicleta debería ser un llamado de atención para todos nosotros. Dos jóvenes, llenos de vida y sueños, perdieron sus vidas en un abrir y cerrar de ojos, dejando un vacío imposible de llenar en sus familias y amigos. Sus muertes, además de ser una tragedia personal, son un recordatorio sombrío de los peligros inherentes a la conducción temeraria y las acrobacias callejeras.
Es incomprensible que la pasión por las motocicletas nos lleve a buscar emociones fuertes y momentos de libertad en las calles. Esta situación, no debe cegarnos ante la responsabilidad que tenemos hacia nosotros mismos y hacia los demás usuarios de la vía pública. La seguridad vial no es un juego; es una responsabilidad compartida que todos debemos asumir.
Es inaceptable que estos jóvenes motociclistas elijan poner en riesgo sus vidas y las de los demás con comportamientos imprudentes y temerarios. Las piruetas y desmanes en las calles no solo son una falta de respeto a la ley y a las normas de convivencia, sino que también ponen en peligro la vida de quienes comparten el espacio vial con ellos. Y sino es así, vayamos a los videos ny fotos de lo que ocurrio en el ingreso al puente Rocha con el personal de tránsito.
Es hora que asuman su responsabilidad y se comprometan a conducir de manera segura y responsable. Esto significa respetar los límites de velocidad, obedecer las señales de tráfico y abstenerse de realizar acrobacias peligrosas en la vía pública. Significa también reconocer los riesgos inherentes a la conducción de las motos y tomar todas las precauciones necesarias para protegerse a sí mismos y a los demás.