La situación exaspera a mas de un Intendente de la Provincia de Buenos Aires. La caótica situación económica, la fuerte devaluación que vivió el país, la inflación que no para de crecer, a pesar que para las nuevas autoridades “es un numérazo los últimos índices alcanzados”, mas la angustiante condición con la que viven hoy los argentinos, son motivos mas que suficientes para saber que la plata no alcanza. Y sino alcanza para una familia, como será para un municipio que debe contemplar no solamente sueldos sino poner en funcionamiento una sistema para mantener desde la salud, hasta las calles, desde una plaza a pagar a proveedores de todo tipo.
Está bien cobrarle a unos para pagarles a otros? Que significa esto? Es una buena decisión plasmar nuevas tasas para que paguen los vecinos para recaudar dinero destinado a pagar otros servicios? la vieja historia de la frazada corta…
Por ejemplo: El Secretario General de los Guardavías Pablo Suárez acaba de expresar que “una oblea a los vehículos 4 x 4 que bajan a la arena o una tasa sobre la venta de nafta” podría ser una forma de financiamiento del servicio de Guardavidas. Ahora, sería una solución tomar éste tipo de medidas para paliar sólo un sector? Y el resto de los empleados municipales…
En Mar del Plata entró en vigencia en medio de las vacaciones de verano desde el pasado lunes una tasa vial que la convierte en una de las localidades con las naftas y el gasoil más costosos de la Argentina.
Es que a partir de esta semana, además del último ajuste del 6,45% aplicado por el Gobierno nacional con el incremento del Impuesto a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono, el gobierno municipal comenzó a aplicar una tasa vial adicional del 3% al despacho de cada litro de combustible. Doble imposición de impuestos? es inconstitucional?
En otra ciudad bonaerense, Pehuajó, el Intendente prepara un inédito impuesto municipal a la aplicación de agroquímicos y desató la furia de los productores. Pablo Zurro quiere cobrarles una nueva tasa fitosanitaria a los productores de la zona, que se preparan para rechazar la ordenanza en la justicia.
Hasta dónde se podrá aguantar con el “no hay mas plata”.