La pasión, esa que Pablo Sandoval, el personaje de Francella en “el secreto de sus ojos” le explica a Benjamín (Ricardo Darín) que “uno puede cambiar de todo, pero no de pasión”. Ese sentimiento por los autos, por encontrarle un destino a su vida, por más barreras que se le hayan presentado como el idioma, en un país con una idiosincrasia diferente a la de un argentino, no fueron impedimentos para que este Ingeniero nacido en Tigre dejara de soñar y vaya en busca de su objetivo.
La vuelta de Agustín Canapino al Turismo de Carretera, en el Gálvez, fue la excusa de uno de los personajes argentino del año para compartir en su tierra junto a los suyos, disfrutando de aquello que ama que es el automovilismo. Ricardo Juncos, un tipo sencillo, con un presente increíble, exitoso, pero con un camino duro en los Estados Unidos, donde como a todo extranjero que llega al país del norte. “Soy un inmigrante que llegué con sin nada, con 27 años, sin hablar el idioma”, recuerda quien hoy lleva adelante un equipo en la indycar, y tiene al “titán” de Arrecifes en una de sus butacas.
En charla con Marcelo Tomalino, en el box de Juan Bautista De Benedictis, Juncos contó como es su presente y dijo que “estoy viviendo un sueño, que ahora es una realidad, y con toda esta fiesta, que es una locura total”, con su cara como chico frente a una juguetería, mientras observaba lo que ocurría en la vuelta del TC al autódromo de Buenos Aires”
Pensar en los Estados Unidos es sinónimo de primer Mundo, de un lugar donde no existen los inconvenientes que hay en nuestro país, pero el ingeniero de 47 años en la actualidad expresa que “En Estados Unidos hay problemas como en todos lados, y los chicos de 21 o 22 años que recién terminan de recibirse de una x carrera, no tienen esperanzas de nada, es increíble” comenta el tigrense sin poder creerlo. “Entonces es como que soy un referente en ese sentido, porque soy un inmigrante que llegué sin nada, sin hablar el idioma”.
Por último, quien comanda los destinos del equipo Juncos hollinger racing habló de cuál fue su secreto para nunca bajar los brazos, poder seguir adelante en pos de triunfar en tierras americanas. “Nunca negocié la pasión, siempre confié mucho en mi, eso es lo que yo siempre le digo a la gente que está alrededor mío”.
-¿Cómo está lo de Canapino para el año próximo?
-Seguimos trabajando. No te voy a negar que quiero que se quede. Pero dependíamos un poco de lo que pase en el país, las elecciones, tenemos cierto apoyo de “Visit Argentina”, de Termas de Río Hondo que fueron partícipes del día uno de toda esta locura. Las acciones que hicimos acá como traer el auto, tratar de traer la carrera y todo lo que se generó. Eso ayudó a que los inversores apoyen este proyecto. Con la llegada de Agustín Canapino ayudó que la categoría se introduzca en Latinoamérica. La categoría lo reconoce. Los inversores lo vieron y él está andando bien en el auto. Pero con toda la incertidumbre que hay hoy en la Argentina y lamentablemente falta para las elecciones y no podemos esperar hasta ese momento. Por lo cual estoy trabajando día y noche para ver cómo podemos lograrlo. Si lo logramos, bien y si no, será lo que tenga que ser.

-Si no logran el apoyo del Estado, ¿hay chances de conseguir patrocinio privado acá o en Estados Unidos para solventar la campaña de él?
–El apoyo del Estado era ínfimo a los valores que se manejan en los Estados Unidos. Obviamente es valorado y ayuda mucho, sobre todo a nivel político al decir “no estamos solos a nivel de afuera. Hay alguien de Argentina que apoya el proyecto”. Porque si no queda todo muy flaco a nivel de inspiración. Estaría bueno igual que la parte privada se sume, aunque sea de partes que se puedan pagar desde acá porque todos sabemos la situación argentina. Pero al menos hay una intención. Nosotros tenemos que mostrar eso y que hay una proyección a largo plazo. Traer la categoría, el día de mañana la Argentina se va a recomponer, entonces hay intenciones de empresarios estadounidenses de traer inversión a la Argentina y afianzarse. Eso era también la intención de los americanos al querer traer la carrera y formar un abanico de inversores para la Argentina. Eso puede potenciar al país al tener un evento que es más que una carrera. Si tenemos tres o cuatro privados que se puedan sumar y va más allá de la parte económica, es el hecho de estar para adelante y que la Argentina pueda continuar.
-Hoy, ¿cuánto es el porcentaje de apoyo de Argentina y lo que pone el equipo?
-De Argentina es un diez por ciento de lo que gastamos en el año.
-¿Si no hay apoyo de Argentina, Canapino no sigue en Estados Unidos?
-No. Son dos cosas distintas. Estoy trabajando en Estados Unidos también y no estoy pensando en Argentina. Si podemos confirmarlo (el apoyo de Argentina) más allá de la plata y no tiene que ver con una cuestión económica, sino a nivel protocolar y pensando en el futuro. Si nosotros estamos hablando de traer la carrera a la Argentina y hacer una inversión a largo plazo a la Argentina, pero no hay un solo apoyo de un inversor local queda como, “me estás cargando. ¿Qué valor tiene mi palabra?”. Yo estoy negociando lo de Agustín más allá de lo que pase en la Argentina. No puedo esperar por la Argentina. Tenemos que seguir avanzando. Nuestros tiempos son muy dinámicos y acá es todo más lento y complejo. Pero claramente ayudaría. Yo hoy tengo en la cabeza que de Argentina no va haber nadie y de alguna forma tengo que lograrlo.
-Entonces, ¿es posible que pueda continuar con un apoyo total de Estados Unidos?
-Si lo logro conseguir sí.