
Santiago Cuñado es un hombre que no solo vive y respira básquet, sino que ha materializado un sueño: la apertura de su propia academia de básquet en Necochea. Santiago, en diálogo con Zoom Deportivo, programa que conducen Federico Klappenbach y María Elena Figueroa, en los estudios de NEC Radio 98.3 del multimedios NQ, comentó sobre el nacimiento y el éxito de esta iniciativa que ya lleva seis meses impulsando el talento local.
La idea de la academia de Santiago no nació de la carencia, sino de la excelencia. Inspirado en el auge de la “técnica individual” a nivel profesional, una modalidad que los mejores jugadores del mundo adoptaron hace años, Cuñado decidió traerla a Necochea. “Uno tiene por ahí mal pensado que, como no sé jugar o como no juego bien, voy a hacer técnica individual y bueno, nació de la forma contraria, realmente los profesionales, los mejores jugadores del mundo son los que arrancaron con esto”, explicó Santiago, citando una frase célebre: “Cuando más entreno, más suerte tengo.”
El ejemplo más claro para él fue el de Luis Scola, quien antes del Mundial de China se preparó intensivamente con un entrenador personal. “Creo que tuvo uno de sus mejores rendimientos en cuanto a nivel técnico en mundiales o en su carrera”, recordó Cuñado, subrayando el impacto de la preparación individualizada.
De Entrenamientos Personales a la Cancha Soñada
La semilla de la academia se plantó hace tres años, cuando amigos y jugadores conocidos le pedían a Santiago ayuda para mejorar sus habilidades. Lo que empezó como entrenamientos personalizados en sus tiempos libres, mientras trabajaba en el club Centro Basko, fue tomando forma de un sueño tangible.
Después de meses de planificación, búsqueda de espacio y ver cada detalle, la visión se hizo realidad. “Hoy tengo la cancha que imaginé hace un año en mi cabeza, tal cual, hasta con los colores”, reveló con una mezcla de emoción y satisfacción. La academia abrió sus puertas en diciembre del año pasado, un momento estratégico que coincidió con el receso de las competencias de los clubes, permitiendo a los jóvenes volcarse de lleno a esta nueva propuesta.
El éxito ha sido rotundo. “Hoy ya llevamos seis meses con un éxito, o sea, en cuanto a la concurrencia de chicos, que no me lo hubiera imaginado ni en mis mejores pensamientos”, afirmó Cuñado. Aunque el trabajo es arduo y el desgaste físico considerable Santiago se confiesa feliz. “Todos los días me vuelvo contento a mi casa porque es una forma de despuntar el vicio de enseñar, de ayudarle a los chicos, de colaborar con el básquet.”
Grupos Reducidos, Atención Personalizada y Filosofía de Esfuerzo
Actualmente, la academia de Santiago Cuñado atiende a un rango de edades muy amplio: desde el más pequeño, de 7 años, hasta el más grande, de 40. Los grupos son intencionalmente reducidos, de seis a siete jugadores, para garantizar una atención personalizada. “Para siempre estar atento, para enfocarse y estar encima de ellos, porque si no me transformaría en lo que son los clubes, que sería un entrenamiento de básquet y el objetivo nuestro es la técnica individual, que cada jugador pueda mejorar.”
Más de 50 personas pasan semanalmente por la academia, incluyendo jóvenes que entrenan dos y hasta tres veces por semana. Además de los chicos, Santiago entrena a grupos de papás y tíos de jugadores, e incluso a basquetbolistas femeninas. “Hoy por hoy, en 6 meses estoy manejando los números casi de un club”, comentó asombrado.
La filosofía de Santiago es clara: “Esto no es un club, no es un cumpleaños, no estamos de vacaciones, es como si fuera un colegio de básquet.” En su academia, la palabra “no puedo” está prohibida. Trabajan desde aspectos básicos como el dribbling y la bandeja, hasta movimientos más complejos, buscando siempre la optimización y la exactitud. Pero más allá de lo técnico, Cuñado enfatiza la formación integral: “Valores del deporte, valores de la vida, importancia, sacrificio, no la frustración.”
Un Complemento, No un Sustituto: El Valor del Club
Cuñado es enfático al señalar que su academia es un complemento y no un sustituto de los clubes. “Siempre digo que el club no puede faltar nunca, el club es el club. Esto es un complemento.” La diferencia radica en la intensidad de la práctica y la atención individualizada: en la academia, un jugador puede tener hasta 60 acciones en una hora de entrenamiento, algo inviable en un club con grupos grandes.
“No venimos nunca a suplantar a nadie, sino venimos a colaborar”, sentenció Cuñado. Su espacio es para aquellos que buscan perfeccionar sus habilidades, tienen ambiciones de dedicarse al básquet o simplemente desean un entrenamiento más profundo para disfrutar más del deporte. El éxito de la academia, según Santiago, se basa en el boca a boca y en la comprensión de que son un apoyo. “Esto sirve para todo el mundo. Por suerte, obviamente, el éxito hoy en día de la academia creo que es el boca a boca de la mayoría de los jugadores.”
La Academia de Santiago Cuñado está ubicada en Calle 67 entre 58 y 60. Una iniciativa que no solo impulsa el básquet, sino que también ofrece un espacio de formación y crecimiento para los jóvenes de Necochea y la región.












