El profesor Germán Castaños, uno de los tipos más queridos dentro de la educación y el mundo del deporte. En este 18 de septiembre, día del profesor, quien ahora es un jubilado más de la Argentina, expresó que “ser profesor es una responsabilidad gigante, porque en un sistema educativo que la tiene subvalorada, el profesor de educación física es el único que puede generar movimiento, de cuestiones lúdicas no convencionales. En un colegio es el encargado de entregar la risa, la diversión”.
Germán siempre fue un amante del fútbol, un fanático, a tal punto que su llegada al ámbito educativo tuvo que ver como una consecuencia de la número cinco. “Me decidí a ser profesor de educación física, cerca de finalizar el secundario, cuando me di cuenta que mi talento no iba alcanzar para ser jugador profesional. En realidad estudié el profesorado de educación física, solamente como una salida laboral para poder llegar al fútbol profesional, algo que no ocurrió y los caminos de la vida me llevaron para otro lado”, admite quien ha despuntado el vicio del fútbol en la liga amateur,
La educación es un fiel reflejo de cómo está la sociedad en la que vivimos, y cómo ésta ha sufrido modificaciones a lo largo del tiempo. “He vivido muchos cambios en la enseñanza, cambios que han venido impuesto por el sistema educativo, por el devenir de los tiempos, mismos de la autorreflexión que lleva uno adelante. Estamos en tiempos donde la frustración provoca abandonos más rápidos, donde no es tan fácil la exigencia y el rigor, el bien entendido, aquel que busca límites como se realizó en tiempos no tan lejanos. Espero que el tiempo acomode las cosas en su lugar, y que no haya una regresión a la media donde exigir no sea tan mal visto, al contrario que sea visto como una herramienta de superación, claro está dentro de los límites razonables”, explica quien ha dejado una huella importante en la educación necochense.