Mientras el puerto de Bahía Blanca apunta a lograr a corto plazo una profundidad operativa de 50 pies (15,24 metros), independiente del régimen de mareas, avanzan los dragados de mantenimiento en el canal principal de acceso y sitios interiores.
En ese marco, a fin de mes finalizará una nueva campaña en los sitios interiores de los puertos ubicados en el estuario, mientras que a mediados de junio harán lo propio los trabajos destinados a mantener las profundidades en el canal principal de navegación.
Las tareas están a cargo de dos modernas dragas de la empresa belga Jan de Nul, a través de su subsidiaria en Argentina, Compañía Sudamericana de Dragados.
En esta oportunidad, según precisó el sitio especializado Argenports.com, las obras tienen una particularidad, ya que no sólo se está realizando un sobredragado en profundidad, sino que, en la zona del Canal del Toro se realizan sobreanchos de 50 metros.

Esto apunta a mejorar la maniobra y soportar mejor, en el período de intercampañas, la sedimentación.
“Las zonas que se sobredragan tres pies son el Canal del Toro, entre el par de boyas 12 y 16, y en el Canal Exterior, entre el par 4 y 8, también 3 pies”, sostuvo el ingeniero Gerardo Bessone, jefe del Area de Dragado y Balizamiento en el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca.
En tal sentido, dijo que en la zona del Canal del Toro también va a haber entonces sobreanchos de 50 metros entre el veril verde y el veril rojo.
Las dragas asignadas a esas tareas son la Pancho, de bandera nacional y la Ortelius, con pabellón de Luxemburgo, dos de las unidades más modernas de la flota de Jan de Nul.

La primera, una draga de inyección de agua, más pequeña que las de tolva de succión de arrastre, y muy eficaz en el mantenimiento de las profundidades en sitios interiores de puertos y zonas poco accesibles de los ríos, hizo ahora su debut en el estuario bahiense.
Opera inyectando agua a baja presión en el subsuelo, lo que permite que el material del suelo se mueva y sea arrastrado por las corrientes marinas, por ejemplo.
En el caso de la Ortelius, fue construida según los máximos requisitos ambientales de la Unión Europea y de la Organización Marítima Internacional (OMI), pudiendo dragar hasta una profundidad máxima de 35 metros.
Este tipo de embarcaciones tienen capacidad de navegación completa y que se utilizan para mantener las vías navegables , profundizar los canales que están amenazados de sedimentación, para construir nuevas tierras en otros lugares o para reemplazar la arena erosionada por tormentas o la acción de las olas en las playas.