“En cada acto médico deben estar presente el respeto por el paciente y los conceptos éticos y morales; entonces la ciencia y la conciencia estarán siempre del mismo lado, del lado de la humanidad”
Dr. René G. Favaloro
Hoy conmemoramos un hito en la historia de la medicina: un día como hoy, el doctor René Favaloro realizaba la primera cirugía de bypass coronario, una intervención que revolucionaría el tratamiento de las enfermedades cardíacas y salvaría innumerables vidas en todo el mundo. Este logro no solo representa el triunfo del ingenio humano y la perseverancia científica, sino también el compromiso de los profesionales de la salud con el bienestar de sus pacientes.
Sin embargo, mientras celebramos este avance médico monumental, el país se ve sacudido por un paro general que pone de relieve los desafíos sociales y económicos que aún enfrentamos como sociedad. La brecha entre la innovación médica y la realidad social es evidente: mientras la ciencia avanza en la lucha contra las enfermedades, muchas personas luchan por acceder a la atención médica básica y a los medicamentos esenciales.
En este contexto, es fundamental reflexionar sobre el papel de la salud, entre otras prestaciones esenciales, en nuestra sociedad y el acceso equitativo a la atención médica. La salud no debería ser un privilegio reservado para unos pocos, sino un derecho humano fundamental al que todos deberían tener acceso. Es responsabilidad del estado y de la sociedad en su conjunto garantizar que cada individuo pueda recibir la atención médica que necesita, independientemente de su condición socioeconómica.
El legado de Favaloro nos recuerda la importancia de la ética y la humanidad en la práctica médica. Más allá de los avances tecnológicos, la verdadera esencia de la medicina reside en el compromiso con el cuidado y la dignidad de cada paciente. En un día como hoy, honremos su memoria reafirmando nuestro compromiso con la salud como un derecho universal y trabajando juntos para construir una sociedad más justa y equitativa para todos.