El abogado necochense que reside en el “gigante asiático”, tiene su propia empresa, fue asesor de inversiones de la Embajada Argentina en China y se proyecta en aquel país
El doctor Tomás Fuente Benítez es un necochense que vive en China desde hace ocho años, abogado, integrante de una reconocida familia de nuestra ciudad, empresario especializado en temas de China, ex asesor de inversiones de la Embajada Argentina en China, dialogó telefónicamente con el programa “Cerrando la mañana que conduce el periodista Miguiel Abálsamo por NecRadio 98.3, para contarnos algo de diferentes temas de enorme importancia y gravitación que está llevando a cabo allí en ese país de tanta expansión, crecimiento y desarrollo.

“No me lo hubiera imaginado”
Fuentes Benítez, quien se encuentra radicado en Shangai, señaló que “si me preguntaban hace siete u ocho años cuando me vine para acá, no me lo hubiera imaginado, si bien yo ya estaba con temas de China en ese momento, estudiando y preparándome, no me hubiera imaginado que iba a estar viviendo tanto tiempo seguido acá en China y emprendiendo mi propio negocio”.
Refiriéndose a cómo han transcurrido estos ocho años en el “gigante” de Oriente, el abogado manifestó que “ha sido un camino muy interesante y también lleno de desafíos, porque China es el país que elegí para quedarme, porque cuando vine yo ya quería especializarme en negocios con China y ser un nexo entre Occidente y China y cuando llegué me di cuenta que, si bien yo había hecho una maestría en Argentina de negocios con China y había empezado a estudiar el idioma y sabía lo que era, en cierta medida me di cuenta que era mucho más complejo de lo que me imaginaba”, y agregó que “entonces dije: no puedo seriamente volver a la Argentina rápidamente y decir que soy especialista en negocios con China, porque esto no es algo que se pueda tocar de oído. Ahí decidí quedarme y trabajar como asesor de inversiones de la embajada y luego seguir expandiéndome”.
En la Embajada Argentina
El necochense Tomás Fuentes Benítez estuvo tres años como asesor de inversiones de la Embajada Argentina en China. “Fuí incorporado al equipo por el ex embajador Diego Guelar, que fue un muy buen embajador porque trabajó muy fuerte y abrimos muchos mercados para los productores argentinos, sea de la carne, que eso fue un boom exportador hasta el día de hoy, y también otros productos regionales muy importantes para las economías del sur, como el arándano, la carne de cerdo también, pollo, miel”, reflejó.

En China la producción agrícola representa casi el 23% y 30% de la producción mundial de arroz y casi el 20% de maíz, en tal sentido señaló el necochense que “es impresionante realmente, sobre todo si uno tiene en cuenta que China no ha liberalizado, es quizás uno de los sectores de la economía que menos ha liberalizado. Hasta el día de hoy la agricultura en ellos no se puede comprar y vender libremente la tierra, de hecho ellos promueven una explotación más familiar, a menor escala, por eso muchas de las innovaciones que Argentina tiene, China no las ha incorporado, si bien muchas de esas se fabrican acá porque no tienen la escala de producción, aunque ya están haciendo mucha agricultura intensiva en otros productos, por ejemplo las frambuesas, todo lo que son los berries (frutas), que tienen un precio internacional muy alto”.
Continuó diciendo el abogado que “lo del arroz sí, es impresionante, porque para ellos es como comer pan. El pan de ellos es el arroz. Además, en cuanto a la apertura de su mercado agrícola, no aceptan para el cultivo interno los transgénicos, entonces eso en algún momento, cuando lo liberen, va a ser una revolución productiva acá”.
Resaltó además que “si bien tienen un territorio que es un subcontinente, la frontera agrícola es mucho más acotada que en Argentina, tiene mucho menos capital en cuanto a tierra fértil”.
Buscan promover la natalidad
Al ser consultado sobre el control de natalidad que oportunamente hubo en China, Tomás señaló que “no, eso lo revirtieron hace cinco o seis años y ahora pasaron de un extremo al otro, porque ahora el gobierno quiere promover la natalidad, porque ahora la gente joven decide no tener hijos en su gran mayoría y está pasando una inversión de la pirámide poblacional. Así que eso es lo que preocupa actualmente y están tratando, por todos los medios, ver cómo fomentarlo. Lo que pasa es que la gente joven que vive en las grandes ciudades como es Shanghai, Beijing, Shenzhen o Guangzhou en el sur, se enfrenta con un costo de vida muy alto y si bien tienen sueldos muy altos también, en lo que es la vida cotidiana y les influye todo un costo de tiempo, de dinero, que no se les hace tan fácil”.

“El país más seguro del mundo”
Al hacer un repaso por diferentes temas puntuales con Tomás Fuentes Benítez, sobre cómo se vive en China, en cuanto a la seguridad el necochense reflejó que “ese es un tema que demuestra que la seguridad no es de izquierda ni de derecha, más allá que después podemos discutir si China es un país de izquierda o de derecha, pero es el país más seguro que he visto en el mundo. Cuando uno viaja a países que son considerados seguros, en general te dicen, bueno, todo esto es seguro, pero no vayas a ese barrio periférico porque ahí es peligroso. En China no hay un lugar en todo el país gigante que te diga no, no vayas porque es inseguro, no existe, eso es muy notable”.
Al hacer mención sobre cuáles son los motivos, o cómo se logra tener un país así de seguro, el empresario aseveró que “es una combinación del garrote y la zanahoria, en mi opinión, porque la economía siempre, desde hace 30 años, ha venido creciendo y hay oportunidades para ganarse el pan trabajando honestamente, y a su vez, el que las hace las paga también. Entonces esa combinación de incentivos es muy eficiente, me parece, muy efectivo”.
Su propia empresa
Con referencia a su propia empresa de alimentos saludables, explicó que “hace tres años y medio, después de mi paso por la embajada, fundé esa ampresa. A mí siempre me ha gustado la vida sana, el deporte, y a su vez crear productos físicos de consumo, porque pueden impactar un montón de gente, y la gente, los consumidores pueden disfrutar el producto sin, quizás, saber quién es el fundador. Pensé en crear un producto y poder mejorarlo, escuchar la devolución de los consumidores, y está funcionando muy bien. Incluso el año pasado, nos pasó un hecho muy interesante, una empresa china muy grande, que cotiza en la bolsa en Shanghai, invirtió en la empresa, y eso fue un logro que me dio mucha alegría, porque en general los chinos, primero, no hay muchos extranjeros que emprendan negocios en China para el mercado local, porque tiene un montón de complejidades del idioma, culturalmente, y gracias al mercado y al trabajo, pudimos lograrlo”.
Prepararse y con solidarse
En cuanto a cómo se fueron dando las cosas, si su viaje a China lo pensó como sólo experimental o si se imaginó un futuro en Asia, Tomás explicó que “tenía el sueño de poder especializarme en negocios con China y poder ser alguien de confianza que ayudara a conectar un país que crecía y que se convertía tan importante, en la fábrica del mundo, como China con gente de occidente. Después, ahí fue cuando me di cuenta lo complejo que era, entonces me quedé, terminé lanzando mi empresa, y al día de hoy también he asesorado a empresas a la par de mi emprendimiento. Ahora mismo, por ejemplo, estuve con una cadena grande de supermercados de Argentina acompañándolos, asesorándolos para venir a China a hacer su primera importación de una serie de productos de todo tipo y eso fue muy interesante porque ahora que se está abriendo el país fue un primer paso de ver cómo y de estar en primera persona viendo cómo la Argentina va a poder acceder a productos que mejoren la calidad de vida de la gente a un precio muchísimo más accesible. Eso tendrá un beneficio de consumo para todo el mundo que va a ser muy impresionante”.
A pesar de todo, “se extraña”
En una muy rica charla, en la que repasamos muchos temas y Tomás Fuentes Benítez contó su increible experiencia en el “gigante asiático”, el necochense que viene todos los años a la Argentina para las fiestas de fin de año y se queda alrededor de un mes aquí, indicó que a pesar de lo bien que le está yendo allí, extraña mucho, porque “también estoy en la Cámara de Comercio Argentino-China y nos juntamos mucho acá, a trabajar y también charlamos, comemos. Pero obviamente extraño, extraño mi Necochea que me encanta, y todos los años me organizo para poder irme al menos un mes en las fiestas, quedarme y estar allá, ir a saludar a mis amigos, a la gente con la que trabajaba”.

Izquierda o derecha
Al ser consultado sobre si China es un país ideológicamente de izquierda o derecha, Fuentes Benítez explicó que “esto creo que rompe con los esquemas que en Argentina hay de izquierda y derecha. Porque por alguna razón bastante misteriosa en la Argentina, el orden y el combate al delito siempre, o por lo menos la izquierda argentina, siempre lo catalogó como algo de derecha. Y eso en realidad no tendría razón de ser, porque qué mejor que proteger al ciudadano de a pie de la gente que lastima, que roba, que mata. Son los que más lo sufren, quizás la gente que tiene mejor poder adquisitivo siempre puede contratar un vigilante o vivir en barrios donde hay menos criminalidad. Entonces en China eso no, es al contrario, hay mucho combate al delito, a tal punto que ya hay que combatirlo menos porque la gente entendió que lastimar a un compatriota es algo que no se le debería permitir”.
Continuó diciendo que “después hay otras cosas que también rompen, por ejemplo el tema del asistencialismo social. En China se entiende que un país se construye trabajando. Acá el comunismo, en su origen, es el partido de los trabajadores.
Eso la izquierda argentina lo ha perdido porque, incluso hay partidos como el Partido Obrero, el Pueblo Obrero, y no hay ningún obrero adentro, no hay ningún trabajador, pero siguen diciendo que representan a los trabajadores y en realidad, por ahí, representan a otros, representan a piqueteros, tal vez”.
Sin inflación y la educación, una prioridad
En cuanto a la inflación hizo mención a que “el Banco Central de China, que se llama el Banco Popular, es muy ortodoxo en su política monetaria. De hecho compra mucho oro, ha tenido muchísima menos inflación mismo que el dólar norteamericano y no ha emitido a lo loco, sin respaldo. Y eso ha hecho que el yuan (moneda china) acá mismo se ha hablado de deflación en China. Se puede ahorrar tranquilamente en la moneda local, no hay problema con eso. Y en la base de los pueblos, que además de ser el campo, ser la industria, el desarrollo, la educación, que es un tema muy fundamental acá, porque China es la sociedad donde los padres invierten mayor porcentaje de sus ingresos en la educación de los hijos, alrededor del 25 por ciento, lo cual es muchísimo. Pese a que ellos tienen educación pública, que no es absolutamente arancelada, sino que tienen que pagar un arancel, pero no es muy alto. Además de eso los mandan a clases particulares, a los jóvenes se les exige mucho en educarse y después tienen un sistema que es interesante, muy meritocrático, donde en el último año de la secundaria todo el país toma un examen estandarizado y dependiendo del puntaje que saquen, pueden acceder a distintas universidades o distintas carreras. Eso sin importar de qué extracto social vengan”.