La joven que está a punto de recibir su título de médica, se refirió a “ver al paciente en un contexto más integral, y no sólo en su patología”
En el programa “Sentidos”, que conduce Julieta Burgueño por NecRadio 98.3, al cumplirse el pasado 9 de mayo un nuevo aniversario de la primera práctica cardiológica realizada por el inolvidable doctor René Favaloro, la conductora del programa dialogó telefónicamente con la estudiante de medicina, quien está a punto de recibir su título precisamente en la Fundación Favaloro, Violeta Tomalino.
La jóven estudiante sostuvo que “me encuentro en el último año de la carrera, que se llama PFO, que es la práctica final obligatoria. Es decir, ya terminé de rendir todas las materias y me queda este último año que es sólo de práctica”.
Violeta, oriunda de Necochea, tiene 24 años de edad y está transitando el sexto año de la carrera. Explicó que “mudé a Capital Federal a los 19 para estudiar y fuí experimentando un montón de cambios, porque venirme de Necochea a Capital a vivir sola, a manejarme sola aquí, afrontar estudios universitarios, algo en lo que había puesto muchas expectativas, fue un cambio importante, pero me fui adaptando”.
Mucha exigencia
Con referencia a cómo ha sido la carrera, a cómo viene siendo la experiencia, aseveró que “justamente estudio en Favaloro y la exigencia de la facultad es muy alta porque tenemos mucho tiempo de cursada. Los primeros años de la carrera se está cursando de 8 de la mañana hasta las 6 o 7 de la tarde, osea que estamos todo el día en la facultad y en el hospital”.
Violeta Tomalino hizo referencia a que “quienes estudiamos en la Fundación Favaloro desde el primer año ya vamos al hospital, y eso creo que sirve para uno darse cuenta rápidamente si es lo que uno quiere estudiar o no. Estar desde un comienzo en contacto con pacientes a uno lo ayuda a darse cuenta si realmente es lo que uno le gusta”.
Continuó explicando que “más que nada porque en el primer tiempo de la carrera hay materias que son muy abstractas y hasta que se llega a la parte clínica, son varios años, y por ahí, cuando llegás al momento de pisar un hospital, decís, bueno, ésto no me gusta” y agregó que “este no es caso, porque desde el primer año ya íbamos al hospital y ya ahí uno se da cuenta si le gusta o no”.
Contacto con el paciente
Violeta, quien reconoció que le gusta mucho tener contacto con el paciente, explicó que “hoy la medicina se está basando más en el modelo biopsicosocial, que es justamente no ver a un paciente sólo como su enfermedad, sino ver todo su contexto, todo tiene relevancia e importancia desde sus creencias hasta sus hábitos, de qué trabaja. Todo es importante para nosotros, y también de cómo abordarlo al paciente nos ayudó un montón”.
Puntualizó también la futura médica que “también esto está relacionado a eso de estar yendo al hospital desde el primer año de la carrera. Es algo que nos inculcan todo el tiempo, desde el respeto al paciente y la dignidad que tiene que tener el paciente, que si bien hay una ley para esto, que son los derechos del paciente, es algo que por ahí no se cumple o que no todos los médicos tienen muy presente”.
Con referencia a si quienes estudian, se forman y trabajan en el Favaloro tienen una mirada distinta del paciente, precisamente por el legado y la impronta que dejó el recordaro cardiólogo, Violeta Tomalino hizo mención a que “creo que tanto las personas que están formadas en Favaloro como la gente que trabaja en el mismo hospital, todos tienen una mirada distinta del paciente y hacia el trato con el paciente. También nosotros no sólo cursamos en Favaloro, sino que vamos a distintos hospitales de capital y de provincia y esto también te ayuda a ver la formación diferente que tenemos entre médicos y creo que tenemos un perfil muy marcado hacia el lado humanitario, y eso hace una diferencia”.
Especializarse en neurología
Con referencia a la especialidad de la medicina por la que se inclinará, Violeta reflejó que “tengo ya prácticamente decidido seguir con neurología, aunque a mí me gusta, toda la clínica, es algo que disfruto mucho, pero bueno, he decidido orientarme para el lado de la neurología”.
También explicó la joven que “en Favaloro, durante las prácticas finales obligatorias, tenemos que hacer una rotación rural, que yo la voy a realizar dentro de un mes y medio y que dura tres meses, y que a mi me tocará en La Rioja o Santiago del Estero. Ahí vamos a pueblos muy chicos, como hizo Favaloro cuando se fue a La Pampa”.
Continuó diciendo que “en esos lugares no hay mucha tecnología, con suerte hay luz y agua, y ahí hay que basarse mucho en lo que es saber hacer un buen interrogatorio, es clave la comunicación con el paciente, un buen exámen físico y poder entablar un vínculo médico-paciente para saber sobrellevar distintas enfermedades, porque no sólo es importante el diagnóstico, sino saber explicarle al paciente qué es lo que tiene, cómo hacerle un seguimiento, cómo hacer un tratamiento, que no es sencillo”.
En cuanto a qué piensa hacer en el futuro, una vez que se reciba y haga la residencia, Violeta Tomalino sostuvo que “me encantaría volver a Necochea, quiero realizar la residencia que es la especialización acá en Capital, pero mi idea es volverme a Necochea en algún momento”.