Antes de su presentación en el marco de la XXIII edición de la Feria del Libro, el escritor Germán Castaños pasó por NEC Radio y en diálogo con Rubén Curries repasó su trayectoria.
“Nunca en mi vida me imaginé que iba a escribir y jamás me lo propuse. Sí me surgió la idea de que la creatividad sea una oportunidad de trabajo. Entonces apareció el interrogante de cómo hacerse conocer y decidí que la mejor forma era hacerlo a través de ejecutivos de empresas”, aseguró.
Y recordó: “Creé un newsletter y ese fue el puntapié inicial para encarar el primer libro. Estaba escribiendo para el formato del correo electrónico, entonces me dije ¿por qué no hacerlo en un libro?”.
“Y poco a poco llegamos hasta ‘El entrenamiento visceral’, que plantea una metodología de entrenamiento que inventé en el gimnasio del Colegio Danés con mi equipo juvenil de handball”, expresó.
Consultado respecto a su mejor obra hasta el momento, Castaños fue claro: “Elegir el mejor libro entre los siete que tengo es una tarea sencilla. El primero es imposible de olvidar, así como es imposible olvidar tu primera novia, tu primera bicicleta o tu primer auto. Hoy en día lo leo y me parece de un nivel básico, pero aún así es mi favorito”.
Y añadió: “El cuarto libro tiene que ver con la creatividad y la innovación aplicada al deporte. Fue la obra que me abrió la puerta al mundo. Y finalmente los últimos dos son los que me permitieron dar un salto enorme en lo referido al crecimiento como autor”.
Sobre su experiencia en el exterior, manifestó: “Cuando salgo del país por trabajo, estoy pensando siempre en volver. Hay mucha fantasía en torno a Europa y Estados Unidos. El primer mundo existe, pero no invalida que nuestro mundo y nuestra ciudad sean maravillosos. La construcción de la felicidad va por otro lado. Si la felicidad para nosotros es tener un BMW y viajar a París, entonces 10 personas en el mundo van a ser felices”.